Microbiota: Eje intestino – cerebro

El artículo titulado «The gut-brain axis and cognitive control: A role for the vagus nerve» del 2024, expone la conexión crucial entre el sistema gastrointestinal y el cerebro, destacando el papel del nervio vago en la regulación de procesos cognitivos y emocionales.

Conexión Intestino-Cerebro: El nervio vago actúa como un puente clave entre el intestino y el cerebro, transmitiendo señales metabólicas que afectan tanto la regulación de la ingesta de alimentos como varias funciones cognitivas complejas, incluyendo la ansiedad, la depresión y la memoria.

  1. Impacto en la cognición: La actividad del nervio vago influye en estados afectivos y procesos cognitivos. La evidencia sugiere que la señalización vagal gastrointestinal puede disminuir la ansiedad y los síntomas depresivos, a la vez que mejora funciones motivacionales y de memoria, especialmente en el contexto de la ingesta de alimentos.
  2. Efecto de la alimentación: La señalización vagal se activa durante y después de la alimentación, lo que parece facilitar un mejor almacenamiento de la memoria relacionada con las comidas. Esta capacidad para recordar eventos alimentarios tiene beneficios evolutivos, como la ubicación de fuentes de alimento.
  3. Implicaciones terapéuticas: El artículo enfatiza el potencial de la estimulación del nervio vago (tVNS) como tratamiento para trastornos como la depresión resistente, la ansiedad y el deterioro cognitivo asociado a demencias, sugiriendo que la modulación del tono vagal puede ser una estrategia eficaz en estos contextos clínicos.
  4. Consideraciones evolutivas: La capacidad del nervio vago para integrar señales internas y externas refleja una adaptación evolutiva que permite a las especies responder de manera efectiva a sus entornos cambiantes, optimizando las conductas relacionadas con la supervivencia, como la búsqueda y consumo de alimentos.

Conclusiones:

El artículo subraya la importancia del nervio vago en la conexión entre los procesos gastrointestinales y emocionales, mostrando que la regulación de la señalización vagal no solo influye en la ingesta de alimentos, sino que también tiene un papel decisivo en la modulación de la memoria y el estado emocional. Esto implica que el eje intestino-cerebro es un componente crítico en la comprensión de las funciones cognitivas humanas.

Aquí tienes cinco conclusiones sobre cómo puedes aplicar los conceptos discutidos en el artículo a tu vida diaria:

  1. Promueve una alimentación consciente: Al ser consciente de cómo la alimentación afecta no solo tu salud física, sino también tu estado emocional y cognitivo, puedes elegir comidas que no solo sean nutritivas, sino que también mejoren tu bienestar mental. Prestar atención a cómo los alimentos que consumes influyen en tu ánimo y energía te permitirá hacer elecciones más informadas.
  2. Incorporar prácticas de reducción de estrés: Dado que el nervio vago está involucrado en la regulación del estado emocional, practicar técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda, los ejercicios hipopresivos o el yoga, puede ayudarte a estimular el nervio vago y reducir la ansiedad. Estas prácticas no solo mejoran el bienestar mental, sino que también pueden afectar positivamente tu memoria y aprendizaje.
  3. Establecer rutinas alimentarias regulares: El artículo sugiere que la señalización vagal se optimaliza durante y después de las comidas. Establecer horarios regulares para las comidas puede facilitar la activación del nervio vago, ayudando a mejorar la digestión y el estado de ánimo. Intenta evitar comer de forma desorganizada o en momentos de estrés.
  4. Fomentar conexiones sociales saludables: La relación entre el bienestar emocional y las interacciones sociales es vital. Compartir comidas con amigos y familiares no solo mejora la experiencia alimentaria, sino que también puede ayudar a reducir la ansiedad y depresión. Fomentar un entorno social positivo puede amplificar los beneficios que el nervio vago proporciona.
  5. Incorporar estimulación vagal a través de cambios en el estilo de vida: Puedes realizar actividades que generen reducción de estrés ya mencionadas. Asimismo, intentar reír más (ya sea viendo comedias o socializando con amigos) y cantar puede también estimular el nervio vago, lo que promueve la reducción del estrés y mejora el estado de ánimo.

Aplicar estos conceptos te permitirá no solo mejorar tu salud física y mental, sino también potenciar tu capacidad para enfrentar los retos diarios con mayor resiliencia y claridad.

Referencia bibliográfica: Décarie-Spain L, Hayes AMR, Lauer LT, Kanoski SE. The gut-brain axis and cognitive control: A role for the vagus nerve. Semin Cell Dev Biol. 2024;156:201-209.

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